Para que nosotros, como seres humanos, descubramos y accedamos realmente a todo nuestro potencial interior, debemos hacer algo muy importante: saber evaluar en cada momento de nuestra vida cómo estamos, en qué punto nos encontramos.

Para esto es muy importante ser sinceros con nosotros mismos. No autoengañarnos, no mentirnos. No dejar al azar las respuestas a las preguntas que nos hacemos.

Cuando te haces una pregunta, por ejemplo, en torno a la salud, y la respuesta es errónea, es cuando tu cuerpo sufre, lo que provocará que, finalmente, entres en un estado de enfermedad.

Cuando te haces una pregunta, por ejemplo, con respecto a tu dinero (¿Por qué no tengo más dinero? ¿Por qué no soy multimillonario? ¿Por qué no accedo a la cantidad de dinero que me gustaría?), la respuesta dentro de ti es errónea.

Cuando estás pasando por un mal momento en ciertas relaciones (de pareja, sociales o familiares) y te haces una pregunta en torno a ellas, la respuesta es errónea.

Todas las respuestas con las que respondemos de manera interna y, en muchas ocasiones, por inercia a las diferentes preguntas que nos hacemos sobre nuestra vida están condicionadas por lo que aprendemos en la infancia.

Las situaciones cambian, y nuestras preguntas cambian, pero nuestras preguntas se mantienen. Por lo tanto, hay un choque, una resistencia, una contradicción… y esto es lo que inicia el sufrimiento. Lo que provoca que lo pasemos mal. Pasemos hambre, sed. Tengamos la sensación de caminar por el desierto.

Para poder encontrar el equilibrio necesitamos hacer una evaluación concreta y exacta, con sinceridad y sin autoengaños, de cada una de las facetas de nuestra vida y en cada momento. Y además, de forma regular.

Si no sabes cómo hacer esta autoevaluación, si tienes tendencia a autoengañarte, a no ser sincero o sincera contigo mismo o contigo misma, quiero que sepas una cosa: tu cuerpo es el que finalmente te dará la respuesta.

Cuando tu cuerpo esté sufriendo por dolores, fatiga, falta de energía, cansancio o una enfermedad, será porque no estarás haciendo una evaluación exacta de alguna de las facetas de tu vida. Porque estarás teniendo una respuesta errónea y, por tanto, estarás perdiendo toda tu energía.

Y perder toda tu energía contribuye a no tener equilibrio, no tener el potencial interior necesario para atraer lo que deseas.