Cada año, millones de niños y adolescentes se forman en las diferentes escuelas e institutos donde se imparten las materias básicas. Los profesores, piezas clave del puzzle, dedican su vida entera a la enseñanza para que las generaciones futuras tengan los conocimientos necesarios aplicados a la vida y a una profesión.

Pero, ¿qué ocurre cuando un maestro vomita su sabiduría por rutina? Lejos de estar disfrutando de lo que hace, puede caer en la desidia y hasta entrar en una espiral de confusión muy difícil de manejar. Con educación emocional, y mucha dedicación por nuestra parte, podemos hacer de lo que se vive como un infierno, una dulce experiencia.

 

¿Qué es la educación emocional?

Aunque no hay demasiadas instituciones que hablen de ella como tal, la educación emocional es un apartado fundamental de nuestra vida. Según Bisquerra y Pérez, docentes e investigadores de la Universidad de Barcelona: “es el proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias como elemento esencial para el ser humano

Bajo esta definición nos damos cuenta de que el término va mucho más allá de lo que nos enseñan en la escuela. Los profesores, cada vez más aturdidos por la presión ejercida del día a día, deben entrenar este apartado para conseguir hacer de su trabajo la plenitud que esperaban cuando lo estudiaban.

Con profesionales que entiendan de la materia, si tú no te ves capaz por ti mismo, puedes recuperar esa ilusión que antes tenías, relajar el estrés al que estabas sometido y darte cuenta de que sí que estás hecho para esto. El coaching para maestros se ha puesto bastante de moda a razón de la cantidad de maestros esclavos de su oficio.

 

¿Cuáles son las ventajas de aplicar la educación emocional?

Aunque estemos centrados en la educación emocional para profesores, aplicarla al trabajo también nos sirve para la vida. El ser humano, en agitación constante, necesita comprender la manera en que funciona para poder sacar lo mejor de sí mismo. A continuación, para que estés al tanto, te dejamos con una serie de beneficios:

 

Educa sobre prejuicios

Cuando tenemos una buena formación emocional hay menos prejuicios. En el trabajo, un maestro se relaciona con personas de todos los estilos y es fundamental que respetemos la raza, ideología, nacionalidad, religión u orientación sexual de cada uno de los alumnos o compañeros. ¿Te queda algún deber por hacer?

 

Identificar las emociones

Al trabajar este apartado de nuestra mente somos capaces de identificar las emociones mucho mejor. Saber lo que está bien o lo que está mal no siempre es sencillo porque a veces no somos conscientes del daño que podemos hacer al otro con nuestras palabras, gestos o reacciones. ¡No pierdas la oportunidad de ser mejor!

 

Medir los procesos logrados

Con la educación emocional desarrollamos las habilidades que nos hacen falta para sacar el trabajo hacia adelante. Los profesores, que se centran en enseñar las materias, serán conscientes de sus pequeños logros conforme vaya pasando el tiempo. De esta manera, aunque sea para nosotros, nos sentiremos orgullosos de lo que hemos conseguido.

 

Detectar problemas de autoestima

La psicología que ganamos con este trabajo nos ayuda a detectar problemas de autoestima, mirar a personas que no lo están pasando bien o que se sienten separados del conjunto que tienen delante. Esto, que como maestros resulta fundamental, te puede dar las herramientas necesarias para hacer de tu clase un conjunto más social.

 

Mejora las relaciones interpersonales

Cuando somos capaces de manejar las emociones, de entender una situación por complicada que parezca y de pensar en el beneficio de todos, mejoramos notablemente las relaciones interpersonales y lo que sacamos de las mismas. Esto, que con los alumnos resulta bastante eficiente, es uno de los puntos más interesantes del concepto.

 

Ser agradecido

Queda demostrado que las persona que se esmeran en este apartado de su mente son mucho más agradecidas que las que no lo hacen. Si bien dar las gracias es algo que se educa en casa, a la hora de pensar en aquello que nos da la vida son otros los aspectos que influyen sobre nosotros. ¡No dejes pasar una oportunidad tan bonita!

Como coaching personal que lleva años trabajando con la psicología de las emociones, se demuestra que las personas que invierten tiempo en sí mismos, en encontrar la manera de ser cada día un poco mejores, ganan en salud y tienen una mejor gestión de lo que hacen en su día a día.

Cuando haces todo lo posible para estar bien, para salir de la rutina y hacer que el trabajo vuelva a formar parte de esa fantasía que antes te ilusionaba, las cosas solo pueden ir a mejor y es que son muchas las motivaciones que hay a nuestro alrededor e infinitas las ganas que tenemos que sacar para alcanzarlas. ¿Te animas?