El coaching tiene muchas variantes. Está el coaching holístico, el coaching ontológico, el coaching personal, el coaching PNL… ¿Sabes cuáles son las diferencias entre ellos? Hoy hablaremos sobre un tipo muy concreto: el coaching holístico. ¿Cuál es su base? ¿Qué implica?

Antes de empezar: analicemos la palabra coaching

La palabra coach proviene del inglés, y entre las traducciones de esta palabra están entrenador, carruaje y cochero. Estos tres términos, aunque a simple vista pueda no parecerlo, tienen un denominador común: tanto el entrenador como el cochero y el carruaje tienen la capacidad y el objetivo de ayudar o guiar a una persona en su transición de un lugar a otro.

Y ese es, en esencia, el objetivo del coaching en cualquiera de sus variantes: entrenar las habilidades de comunicación y liderazgo de una persona para fomentar su autoconocimiento y su contacto con lo que le rodea y lo que siente.

Muchas personas viven sintiendo un gran vacío existencial, y la peor parte es que ni siquiera saben a qué se debe. Es vital para el ser humano tener un propósito, una razón por la que trabajar día a día, hacia la que dirigirse y la que mueve cada uno de nuestros actos. 

El coaching es un aprendizaje basado en la persona como ente individual y parte de una sociedad, donde se busca su automotivación de cara a hacerse cargo de su propia vida, a potenciar sus talentos y a ver los obstáculos como una excusa para seguir creciendo.

¿Qué es el coaching holístico?

El coaching holístico es un coaching integral (de hecho, holístico proviene de la palabra griega «holo-», que significa completo) y sistémico que enseña a pensar mejor y que entiende a la persona como un todo: cuerpo, mente, emociones, espíritu, e integrante de varios ámbitos dentro de la sociedad (familiar, empresarial, social, amoroso). Esta variante del coaching busca guiar e impulsar a la persona a que desarrolle todo su potencial y logre dirigir sus pensamientos y actitudes a la consecución de sus objetivos vitales.

La clave del coaching holístico es saber buscar y encontrar la conexión entre cuerpo, mente y espíritu. Además, reconoce la importancia del entorno en el que se mueve una persona, y cómo este, así como la sociedad a la que pertenece,  influye en su forma de pensar, actuar y, en definitiva, de vivir.

El coaching holístico y la salud

Para tener una salud de hierro todos sabemos que hay que alimentarse correctamente y llevar una vida activa, pero en los últimos años, también la salud mental entra en esa ecuación. Por fin nos hemos dado cuenta de lo importante que es que nuestra mente y nuestro cuerpo estén en consonancia y equilibrio.

¿Cómo se consigue esto desde el coaching? El coach se enfoca en ti atendiendo a todas tus aristas para dirigirlas a la consecución de tus objetivos, en este caso, de salud. Se trabajan y analizan emociones, perspectivas, apoyos, relaciones interpersonales, aspectos económicos… y se determina desde un enfoque holístico cómo estos influyen en tu salud (y de qué manera) para entender tus patrones de comportamiento y los hábitos en los que estos derivan.

Tener un coach que te ayude a ver lo que se esconde detrás de cada hábito te ayuda a coger carrerilla para cambiar los que te impiden lograr lo que deseas.

Si te has sentido identificado o identificada y quieres un plan personal de coaching adaptado a tus necesidades, no dudes en ponerte en contacto conmigo directamente.